La felicidad del cetrero, como sus pensamientos, está supeditada a su relación con sus
halcones. El cetrero vive para ellos.
Si su ave vuela bien, está sana, fuerte y equilibrada, el cetrero es feliz.
Pero si algo le pasa, no puede pensar en otra cosa.
Si se pierde tu halcón, no descansas hasta recuperarlo.
En este mundo pasas muy rápido del cielo al infierno.
Si su ave vuela bien, está sana, fuerte y equilibrada, el cetrero es feliz.
Pero si algo le pasa, no puede pensar en otra cosa.
Si se pierde tu halcón, no descansas hasta recuperarlo.
En este mundo pasas muy rápido del cielo al infierno.
Ahora los cetreros estamos contentos, porque empieza la
temporada de volar.
Ya hemos saboreado los primeros vuelos con nuestras aves y sabemos que nos esperan unos intensos meses de aventuras, de vuelos, de lances….de emoción en estado puro. Libertad.
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