lunes, 21 de enero de 2013

Lua perdida y recuperada


Febrero 2012: Vamos a la feria de la perdiz. Es la feria de los cazadores de Menorca y la tarde del domingo vamos los halconeros con nuestros pájaros. Está previsto que haremos un escape de conejo para el que quiera.
Decidimos que volarán, en copla, Joquina, harris hembra de Arcadio, Lua, harris hembra de Carlos y Yarak.
Bueno, bueno... Yo andaba nerviosillo. Yarak no había volado nunca con otras águilas ni había perseguido conejo. Para acabar de rematarlo, estaba gordito, sobre 700, y el dia no acompañaba. Caía aguanieve… Isa me decía que me lo pensase, que estaba muy gordo. Pero Yarak me daba entonces mucha confianza. Estaba volando muy bien, incluso un poco alto, así que nos arriesgamos.
Pues, hizo un papel bastante digno: sueltan el conejo, que sale disparado y soltamos las aves: Joquina llega la primera y lo traba, pero Yarak, aunque llega el último, le quita el conejo!! Brutal. 
Recuperamos los pájaros al puño y el conejo vivo, así que hacemos otro escape. Vuelven a soltar el conejo y las águilas se lanzan de nuevo. Esta vez se van más lejos y Lúa hace un giro sobre la pieza y se va para los árboles. Arcadio y yo recuperamos a Yarak y Joquina, pero Lua se pierde. Todo pasa muy rápido. Anochece enseguida y armados con linternas buscamos a Lua, que lleva emisor pero no lleva cascabel… Localizamos el rastro, hacia arriba en la montaña junto a la feria. Pero es imposible seguir. Es bosque muy muy cerrado y no vemos nada. Decidimos seguir mañana a primera hora.
Al dia siguiente, a trenc d´alba, vamos Carlos y yo a por Lua. Subimos el monte donde se perdió, siguiendo la pista telemétrica del receptor que lleva Carlos. Nos cuesta horrores avanzar cada metro. El monte es un bosque muy cerrado, todo son zarzas y matorrales muy espesos. A media subida, empieza a nevar, pero la señal es buena y, a trancas y barrancas, vamos siguiendo el rastro. Al fin, la hallamos. Está arriba de un pino grande. A los pies, la plumada y restos de una paloma que ha cazado. Mal asunto. Ha comido y no piensa en bajar. Y el bosque es tan espeso que no tenemos opción de probar ninguna estrategia. Carlos decide dejarla y volver mañana.
Carlos volvió con Arcadio al dia siguiente y la encontraron, más cerca del pueblo. Yo curraba y, lo que son las cosas, me llama Carlos para decírmelo, justo tras recuperarla, con ella en el puño, cuando pasaba en coche por mercadal y estaba mirando donde se perdió…..

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