enero 2013
Salgo con yarak. Está en 700. Muy gordo, pero me interesa
volarlo para ver cómo responde. Vamos a los campos de siempre, junto a casa.
Cuando voy a soltarlo, veo un milano. Espero que se aleje. Pero se queda encima
nuestro haciendo tornos y observándonos. Vuela muy bajo, está a unos treinta
metros, como mucho. Cuando se va, suelto a yarak. Al principio, bien, me sigue
rápido como siempre y vuela de mi puño a los posaderos que va encontrando,
paredes, uastres. Pero de repente, cuando venía al puño se asusta por algo ¿? Y
grita y se va un par de tancas mas allá. Le veo. Está arriba de una uastra. Bien…
espero un rato. Me alejo, en vez de ir a por él, pero no viene. Recuerdo los
consejos de cetreros, y espero. El tiempo, si soy paciente juega a mi favor.
Llego al medio de la tanca, y viene cuando le llamo. Le doy roedero y pa casa.
Tengo que bajarle, al menos, unos
No hay comentarios:
Publicar un comentario